Salud mental: Para escuchar y ser escuchado

En el marco del Día internacional de la Salud Mental, el Psicólogo clínico de nuestro hospital, Cristián Cid, nos entrega una serie de características que dan indicio a un daño en la salud mental y recomendaciones para combatirlo.

En Chile, los trastornos mentales corresponden al 36% de las enfermedades. Los más frecuentes son la agorafobia (11,1%), depresión mayor (9,0%), distimia (8,0%) y dependencia al alcohol (6,4%). Identificar las señales es el primer paso para tratar este tipo de problemas en la salud. Para ello existen diversos programas como, “Hablemos de Todo” (INJUV) y “Seamos Comunidad” (Mineduc), entre otros, que ofrecen diferentes herramientas de apoyo para la población.

Salud mental se define como el mundo interno, las emociones que no están a la vista. “Una forma fácil para cuidar de ella es ponerla sobre la mesa, hablar de lo que se siente, comentar pensamientos o síntomas, escuchar, pero también ser escuchado, siempre en un ambiente seguro”, comenta el psicólogo encargado del Programa de Apoyo Psicológico y Bienestar de nuestro hospital, Cristián Cid. Y continua: “Si bien el estrés no es un problema, porque nos permite movernos, cuando es sostenido en el tiempo es de preocupación; por ejemplo, pensamientos negativos que se repiten, angustias o crisis de pánico que se prolongan durante las actividades diarias”.

Cristián Cid, psicólogo encargado del Programa de Apoyo Psicológico y Bienestar de nuestro hospital.

La importancia radica en entender que se necesita ayuda, que existen emociones que te hacen débil y expresarlo es la mejor forma de combatirlo. El desafío está en generar espacios seguros donde se hable de esos temas y poder trabajarlos, entregándoles a las personas herramientas sobre cómo se puede mejorar. Algunos de los factores de riesgo de la salud mental son el maltrato, las relaciones de poco respeto, los vínculos amorosos poco sanos, y eso hace que el silencio de esas situaciones perdure en el tiempo y se incremente con la falta de sueño, y/o consumo de drogas, si es que fuese el caso.

En nuestro hospital

“En intentos por mejorar la salud mental, en nuestro hospital se ha creado un protocolo anti-suicidio enfocado en el personal clínico con pautas de apoyo que les permite a los funcionarios tener un espacio de conversación segura, donde se entregan herramientas sobre qué se podría hacer en diferentes situaciones, para llevarlos sobre un camino más expedito”, explica Cid.  Es vital, entonces, superar los desafíos emocionales que enfrentan día a día los funcionarios y la sociedad en general.