Ley Dominga: Empatía en medio del dolor

La pérdida de un hijo o hija, ya sea en la gestación, parto o los primeros días de vida, es un proceso difícil de afrontar. Y si bien lidiar con este momento es muy doloroso, la promulgación de la Ley Dominga ayuda a que sea más digno, amable y humano.

Angie Pérez, de 25 semanas debió enfrentar la pérdida de Luna, su segunda hija. El embarazo de la mujer fue completamente normal, hasta que la última ecografía mostró en su guagua el desarrollo de un tumor orofaríngeo de mal pronóstico. Cuenta que fue muy difícil enfrentar la situación y la pena, pero la atención que recibió en nuestro hospital fue de gran ayuda: “Aquí me acogieron, me atendieron muy bien y nos apoyaron a mí y a mi esposo, entendieron nuestro dolor. Los dos estamos muy agradecidos por eso”. Y agrega: “En la cirugía nos dieron la posibilidad de ver a nuestra niña, de estar con ella y de que mi esposo estuviera con nosotras. Todo ha sido con mucho amor de parte de quienes nos atendieron, así lo he sentido”. Luego de su intervención fue trasladada al Servicio de Alto Riesgo Obstétrico por su duelo perinatal de manera de evitar el contacto con puérperas con recién nacidos sanos.

Ley Dominga

El 21 de septiembre recién pasado se promulgó la Ley Dominga, normativa que viene a apoyar a los padres que sufren la pérdida de un hijo o hija en la gestación, parto o durante sus primeros días de vida. Gracias a ella, todas las instituciones de salud pública y privada deben contar con un protocolo en caso de muerte perinatal, con manejo clínico y acompañamiento psico-emocional para contener a la madre, al padre y al núcleo más cercano.

En el Servicio de Neonatología de nuestro establecimiento, el acompañamiento de duelo se comenzó a ejecutar en 2016 con la entrega de un Kit de Duelo, recuerdos que permiten visibilizar la pérdida. La neonatóloga, Dra. Daniela Berrios es muy clara al explicar: “El éxito de esta implementación es gracias a que el personal entiende este proceso y sintoniza, a través del respeto, con el dolor de los padres”.

Esta ley plantea un tremendo desafío para el sistema de salud, ya que busca, entre otros aspectos:

– Contar con asistencia inmediata y seguimiento multidisciplinario por parte de personal especializado.

– Hacer que toda pérdida de un hijo o hija, independiente de las semanas de gestación u horas de vida, debe ser reconocida.

– Velar para que pacientes que viven este proceso no sean hospitalizadas en las áreas de maternidad.

– Establecer la existencia de espacios de contacto digno y apropiado con la hija o el hijo fallecido para iniciar el proceso de duelo, lo que incluye permitir mirarlos, acunarlos o tomar registros de foto o video.

Por parte del Servicio de Ginecología, el trabajo en duelo también comenzó antes de la promulgación de esta ley, entregando autorización de acompañamiento a la madre y respetando cada duelo como propio. La Jefa de la Administración de los Cuidados de Matronería, Mat. Jenny Ulloa, indica que desde mayo las Matronas Supervisoras se están capacitando en el fortalecimiento de la atención del duelo perinatal y, actualmente, trabajan en el protocolo que definirá la ruta para las pacientes con pérdida reproductiva: “Estamos satisfechas con la puesta en marcha de la ley, porque sabemos que beneficia directamente a nuestras pacientes. Somos conscientes de las restricciones de espacios existentes en nuestro establecimiento, pero esto no será impedimento para implementar la Ley Dominga, ya que contamos con el apoyo de todo el equipo de matronería”, finaliza.