El embarazo adolescente es una realidad que afecta a comunidades en todo el mundo. En Chile, la tasa ha disminuido, pero siendo un tema de salud pública, lo que plantea importantes desafíos
En el Hospital Luis Tisné Brousse, estas jóvenes reciben atención médica de alta calidad desde el inicio de su embarazo hasta el parto y el posparto: “Nuestro equipo de profesionales de la salud está capacitado para abordar las necesidades específicas de las adolescentes, brindando atención prenatal, asesoramiento sobre salud sexual y reproductiva, y atención pediátrica de primera clase para sus bebés”, explica la Dra. Angélica Díaz, Ginecobstetra de nuestro hospital.

En nuestro establecimiento estamos comprometidos en abordar de manera integral y efectiva el desafío del embarazo en adolescentes: “Queremos destacar la necesidad de concientizar a la comunidad sobre esta problemática y ofrecer soluciones que promuevan la salud y el bienestar de todos los involucrados”, destaca.
Riesgos Biopsicosociales y Morbi-Mortalidad
La Dra. Díaz explica que las madres adolescentes, definidas como aquellas menores o iguales a 19 años, enfrentan un mayor riesgo biopsicosocial y morbi-mortalidad materna y perinatal: “El embarazo en adolescentes está catalogado como de ‘Alto Riesgo Obstétrico’, debido a su asociación con una mayor probabilidad de complicaciones como abortos, partos prematuros, retraso del crecimiento intrauterino, síndrome hipertensivo del embarazo/eclampsia, partos difíciles y embarazos no controlados o mal controlados. Además, los hijos de madres adolescentes también corren riesgos, como nacer bajo su peso, con desnutrición y o con algún retraso en el desarrollo”.
Además, el impacto psicológico puede ser muy significativo en las jóvenes que lo experimentan. Sobre esto, la profesional afirma que este período de la vida está marcado por importantes cambios físicos y psicológicos, y esta situación puede desencadenar reacciones de ansiedad, miedo, rechazo y estrés. “Para esto, es crucial que el entorno social, familiar, de salud y educativo brinde un apoyo adecuado en esta etapa. Se ha observado que el embarazo en la adolescencia puede llevar al abandono escolar, dificultades para continuar los estudios y la perpetuación del ciclo de la pobreza. Esto también puede resultar en la falta de cuidado adecuado para los hijos de madres adolescentes, con mayores tasas de morbimortalidad infantil, desnutrición, abandono, retraso escolar y la posibilidad de repetir el embarazo durante la adolescencia”, relata la profesional.

Avances y desafíos en Chile
Las estadísticas en nuestro país han mostrado un descenso en los embarazos adolescentes de 10 a 14 años y 15 a 19 años en los últimos años, con tasas promedio de 0,4 y 15,4 por cada 1000 adolescentes, respectivamente. Esto refleja un avance en la salud pública y puede atribuirse en parte a los esfuerzos de diversas organizaciones y sectores sociales, como salud, educación, trabajo y cultura, que han trabajado en la mitigación de factores de riesgo y la promoción de factores protectores entre la población adolescente.
“Los programas de salud sexual y reproductiva en la juventud desempeñan un papel fundamental en la prevención del embarazo adolescente. Estos incluyen capacitación de equipos de salud, acceso a métodos anticonceptivos de larga duración, empoderamiento de los adolescentes y la facilitación de recursos y herramientas que les permitan mantener su salud y desarrollo integral. Cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionado con la salud, que busca garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, es esencial para reducir las tasas de embarazo adolescente” finaliza la doctora.