Esta patología afecta a cerca del 10 % de las mujeres en edad fértil, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Corresponde al crecimiento de tejido endometrial (glándulas y estroma) fuera de la cavidad uterina, pudiendo afectar a distintos órganos.
«Este tejido puede crecer en los ovarios, en las trompas de Falopio, el intestino, el recto, la vejiga e incluso en otras zonas alejadas de la pelvis. Si bien es una enfermedad benigna, puede causar cuadros de dolor que pueden ser muy graves y condicionar la vida de la paciente», explica la Dra. Alejandra Seguel, Ginecólogo – Obstetra de nuestro hospital.
Su principal causa es la menstruación retrograda (paso de tejido endometrial a través de las trompas de Falopio hacia la cavidad peritoneal durante la menstruación).
¿Cuáles son los síntomas que alertan de esta patología?
- Dismenorrea (dolor menstrual intenso)
- Dolor pélvico crónico
- Dispareunia (dolor en la actividad sexual)
- Menstruación abundante o sangrados intermenstruales
- Infertilidad
- Diarrea/constipación, rectorragia principalmente en periodo menstrual
- Si hay afectación de vejiga: dolor al orinar, urgencia miccional, sangre en orina
La especialista explica que los factores de riesgo más comunes son:
- Nuliparidad
- Menarquia precoz – menopausia tardía – ciclos menstruales cortos.
- Sangrado menstrual abundante
- Malformaciones Müllerianas
- Uno o más familiares con endometriosis
¿Cuándo consultar?
«Frente a la presencia de síntomas, principalmente dolor menstrual intenso que afecta calidad de vida, dolor con la actividad sexual, dolor pélvico crónico, infertilidad o quistes endometriosicos detectado en ecografía», explica la Dra. Seguel.
Uno de las complicaciones principales es la infertilidad, ya que cuando es severa puede presentar complicaciones asociadas con órganos afectados como perforación intestinal, sangrado al orinar o al defecar, torsión o rotura de quiste.
De ahí el llamado a la detección precoz y su tratamiento oportuno. Generalmente, requiere medicamentos o también una cirugía, aunque dependerá del grado de la enfermedad y si la paciente desea quedar embarazada en el futuro.
En la mayoría de las mujeres, los dolores desaparecen con la menopausia ya que, al no haber estímulo hormonal, los focos de tejido endometrial ectópico desaparecen.
